Una sorpresa, un cambio brusco vino a mí y me encanta.
VEGETARIANISMO DESDE LOS PRIMEROS AÑOS Y FLEXITARIANISMO
En la infancia, cuando ni siquiera había empezado el jardín de infantes a los 5 años, yo quería ser vegetariana pero mi familia no me dejaba. No me gustaba comer animales pero podía hacerlo si casi no se notaba lo que era, si estaba más blando. No me gustaba el sabor y esto me sucedía también con la leche de vaca, que solo podía tomar si ponía un poco de pan francés, si le ponía chocolate, si era en un licuado. No entendía a las personas que tomaban leche directamente o si la ponían en el té y mate cocido.
Jamás vi algún animal sufrir como para decir que fue por eso, jamás, afortunadamente porque soy muy sensible y lo era mucho más en mis primeros años de vida. No había alguien que me diga qué era eso que comíamos, cómo se hacía, lo que había detrás de ese bife, de ese asado, etc, y obviamente, no había nadie vegetariano cerca mío, así que yo simplemente quería ser vegetariana porque me parecía raro consumir lo que consumíamos. Hubo algunas veces en las que vomité al comer alguna milanesa, al comer jamón y hubo muchas veces en las que la leche de vaca, el jamón, queso, carne, pollo y cerdo me hicieron tener asco, estando con arcadas por al menos cuatro segundos. Así que nunca fui de esas personas que aman comer animales. Mi mamá era la única que entendía, ella no me cocinaba tan seguido lo que yo no quería y cuando estábamos en la casa de mi abuelo y él hacía comidas con carne, yo dejaba todo en un lado y ella no me retaba, los otros creo que sí aunque no me acuerdo mucho.
En la adolescencia esto crecía un poco más, hubo una vez en la que sentí que estaba comiendo a un perro y yo pensaba que eso era horrible; yo estaba comiendo una milanesa de carne o pollo pero estaba pensando “a mí me encantan los perros, ah, qué asco, esto es como comer a un perro“ y casi vomito. Yo tenía como 13 o 14 años cuando sucedió eso y las redes sociales no eran como ahora, ni siquiera existía Instagram y casi nadie usaba Twitter, así que saqué esa idea porque sí, de la nada. Me acuerdo que yo muchas veces después de comer algún animal me sentía más negativa y triste y ese día dije en voz alta que seguro ese animal que estábamos comiendo había sufrido mucho antes de morir. No me acuerdo qué me contestaron pero sé que mucha gente se podría burlar de eso. Tiempo después me enteré que hay demasiadas personas que creen lo mismo que yo pensaba y sentía desde chiquita, que comer animales te da malas energías porque estás comiendo sufrimiento, que no podes ser alguien espiritual lleno de paz y amor si sos la razón por la que muchos seres inocentes sufren.
Yo estaba confundida al pensar en el vegetarianismo, porque yo sabía que no era vegetariana pero me parecía tonto definirme como 'casi vegetariana'. Incluso me acuerdo que leí una entrevista o algo así de Avril Lavigne y una de sus respuestas era que ella se consideraba 'casi vegetariana' (no sé si habrá sido cierto o no) y a mí me parecía algo sin sentido pero me identificaba, porque era lo que yo vivía desde muy temprana edad.
Cuando tenía 16 les dije a mis papás que dejemos de comer pollo porque ya me cansaba y desde esa edad dejé de comer carne y pollo tan seguido como antes, lo único que comía más seguido era pescado. Aunque mi mamá siempre me hacía comida con menos animales posible respetando desde que soy muy chiquita lo que yo quería. Creo que no me dejaban ser vegetariana por la desinformación que había; mi mamá me hubiese dejado serlo si hubiese hablado con una nutricionista profesional y respetable. Cuando tenía 19 años, navegando por internet, me enteré que yo era flexitariana y nadie sabe lo mucho que me alegró saber que existe una palabra para definir lo que yo era en ese momento y durante casi toda mi vida.
El tiempo pasaba y yo normalizaba lo que no debía y me arrepiento. Seguí siendo flexitariana por mucho más tiempo sin cuestionarme demasiado, por haberme acostumbrado. Siempre me sentí conectada a la naturaleza y a los animales, especialmente a los perros, pero sin embargo ni siquiera al cumplir 21 recordé que yo quería ser vegetariana y la única razón por la que no podía serlo era por el permiso de mis papás y que yo ya tenía edad para tomar mis propias decisiones. Era especista sin darme cuenta realmente, porque estaba ignorando algo grande.
EL VEGANISMO CADA VEZ MÁS CERCA DE MÍ Y YO CASI CONVIRTIÉNDOME EN ALGUIEN DIFERENTE
No soy una persona muy activa en las redes sociales pero si paso tiempo ahí y desde el 2018 empecé a notar que cada vez hay más tweets virales sobre el veganismo. Incluso en Facebook una vez vi un dibujo que se me quedó en la mente:
Yo no me acuerdo bien qué pensaba del veganismo pero sé que yo lo veía como algo lejano, lo veía como algo que yo podría hacer pero lo imaginaba en un futuro muy lejano, demasiado alejado de mi día a día. Poco sabía que ese futuro estaba más cercano de lo que yo creía.
Ya tenía 23 años y me daba cuenta que tenía que cambiar hábitos, que ya era una persona adulta y no sabía alimentarme bien. Algunas noches cenaba licuado de banana con papitas o té con pororó (pochoclos, palomitas de maíz) y todo me parecía un desastre. Cada vez que pensaba en qué comer no se me ocurría nada, volvía una y otra vez a las mismas comidas poco elaboradas solo para no sentir hambre. Las últimas veces que comí milanesas de carne/pollo fueron muy incómodas para mí, yo no quería pero lo mismo 'comía' un poco y lo otro se lo daba a una de mis perras sin que alguien más vea eso. La última vez que comí atún (que me encantaba) fue un momento espantoso, sentí que tenía que comerlo solo porque ya había sido comprado pero no quería, me tuve que mentalizar para que no me den arcadas. Yo estaba cambiando sin darme cuenta realmente, de a poco estaba volviendo a ser esa nena que quería ser vegetariana. Y todo cambió completamente cuando vi una serie; me enamoré de una actriz que estaba ahí, así que empecé a ver entrevistas de ella y en una ella llevó a la persona que la entrevistaba a un restaurante vegano, ordenó hamburguesas veganas y eso hizo un ruido en mí, días antes yo estaba comiendo hamburguesas en esos lugares super famosos y me sentí muy mal. Después, vi una historia de Instagram que ella subió, compartió un video de unos cerditos con un perro en una bañera, ¡se veían tan tiernos ahí siendo bañados y siendo libres! 💜 Ella escribió 'stay vegan' y yo automáticamente pensé “wow, tengo que ser vegana“ y así empezó todo, de un momento a otro. Me la pasaba en Internet buscando información sobre cómo alimentarme para tener buena salud, qué era ser vegana y muchas recetas. Todavía sigo leyendo y viendo muchos videos, es más, ¡uno de mis pasatiempos favoritos es buscar recetas! No entiendo cómo es que esa chica que ODIABA cocinar ahora se la pasa ahí, en la cocina, haciendo ricas comidas libres de crueldad. No me gusta cocinar realmente pero es algo que hago con gusto sabiendo que no estoy comiendo muerte y sufrimiento, solo lo hago por los animales, porque si no fuera por ellos no me importaría qué como.
Aprendí que el veganismo no es solamente sobre la comida sino que es no apoyar todo lo que daña a los animales no humanos. Sin pensarlo dejé de comprar el shampoo y acondicionador que usé casi toda mi vida, porque no son cruelty free. También fui a un festival vegano y es uno de los mejores lugares junto a las ferias veganas, por más pequeñas que sean, porque ahí puedo comprar todo lo que quiero sin pensar si hizo daño o no. Aunque lamentablemente también aprendí que no es posible ser 100% vegana y que a veces pueden haber errores. Me encantaría poder tirar toda la ropa, calzado, maquillaje y otras cosas más que tengo que no son libre de crueldad pero no me puedo dar ciertos lujos por ahora. 💔 Me siento mal cuando tengo algún error.
Todo este nuevo estilo de vida empezó en septiembre de 2019. Siento que cambié mucho y la gente que me conoce lo puede comprobar. Ahora veo el mundo de diferente forma, una parte linda, porque tengo la suerte de vivir en estos años donde estamos despertando y dejando de ver todo lo normalizado como algo bueno que no debe cambiar solo porque venimos haciendo lo mismo desde siempre. Ahora es un buen tiempo para empezar con el veganismo, hay muchísima información en internet y existen las redes sociales, donde podes encontrar gente como vos, gente con empatía. Hay más lugares donde se encuentran productos veganos y mucha gente ya cree que el veganismo es una moda (ojalá lo fuera) porque se ve en todos lados. La parte fea viene porque abrí los ojos definitivamente y de eso no hay vuelta atrás. Si empezaste a interesarte en el veganismo o en el vegetarianismo por los animales como yo, no hay vuelta atrás, ya ves todo de otra manera y no vas a cambiar. Vi videos horribles accidentalmente y veo videos hermosos de animales viviendo libres y esos últimos son los que me hacen tener más ganas de seguir con el veganismo. El veganismo es una de las cosas más importantes en mi vida y me hace tener más ganas de vivir, me da esperanza. Me acuerdo que en el 2017 publiqué un post llamado '¿Te importa lo que le pasa al mundo y a las personas que no conoces?' explicando cuántas ganas tenía de hacer algo para ayudar a otras vidas y al planeta y ahora estoy siendo parte de esto, de algo que no solo ayuda a los animales sino que ayuda al mundo. En ese momento que escribí el post no tenía idea de cuánto daño causa a todo, no solo la carne sino también el aceite de palma y más. Preocuparse por el mundo no es solo estar en contra del plástico y todo lo que quieras, sino que también hay otras formas de ayudar y probablemente tengas que hacer mucho esfuerzo para que eso suceda, como el dejar de comer tu 'preciada' carne.
No todo es como queremos y creeme que lo sé, durante todo este último tiempo sentí tristeza, enojo, ansiedad, mucha ansiedad por todo lo que está pasando y porque a demasiada gente parece no importarle pero después veo que existe gente que sí le importa y eso va creciendo. Tenemos que cuidar nuestro hogar y a quiénes son parte de él como nosotros, no importan las diferencias, si hay garras o si hay diferentes colores, todos vivimos en el mismo lugar, todos vivimos, sentimos de la misma forma y lo que ocurre en una parte del mundo nos afecta a todos, absolutamente a todos.
A los 16 años fui a una marcha por primera vez, era la marcha del orgullo y la diversidad y desde ese momento quise participar en más marchas. No estaba muy consciente de que quería volverme una persona activista. Yo pienso que ser alguien activista es una de las mejores cosas que se puede ser. Lamentablemente este año no pude ir a mi primera marcha vegana pero eso va a cambiar. Este hogar que compartimos me importa muchísimo y tengo esperanza, quizá sea muy soñadora positiva pero tengo esperanza. Cierro este año de una buena manera, cambié mucho para mejor y me encanta ser parte de algo que tiene que ver con la libertad, paz y empatía.🌸💜🌸 Stay Vegan.🌼
Ser vegan no es creerse superior, en realidad es creer que no somos superiores a otros animales no humanos.
DEJA UN COMENTARIO:
Publicar un comentario
Me haría muy bien un lindo comentario tuyo :-).